¿ Cómo no darnos cuenta que la misión más importante en nuestra vida es superarnos y ser una mejor versión de nosotros mismos?
Creemos qué los demás son los que deberían cambiar. Que tienen que dejar de ser esto y aquello.
Hace un tiempo atrás tuve un sueño que me mostró lo que había dentro de mi.
Cuándo desperté lo primero que se me vino a la mente fue: Mie…estoy llena de mierda, ósea la mierda la tengo yo adentro. Pero, y cómo es posible eso si yo no soy mala? Con tanto que he sufrido y ahora resulta que soy yo, la que está repleta de Miedo.
Durante mi sueño yo tenía la certeza que sino sacaba lo que llevaba dentro de mí, moriría. Literalmente. Fue así cómo tomé conciencia que había que trabajar en mí. No tenía que cambiar a nadie, el cambio sería en mi.
Sin más preámbulos he aquí el sueño:
Mi cuerpo estaba muy adolorido, casi sin fuerzas para caminar, agonizando y muy débil sentía que me pinchaban por dentro. Tanto era el dolor, que tomé un cuchillo y haciéndome una hendidura en la mano pude ver que de ahí se asomaban dos antenas. Con la otra mano traté de tocarlas pero me atacaron, sentí cómo si fuera una corriente de alto voltaje que se reflejaba en todo mi cuerpo, haciéndome más débil, definitivamente tenía que tomar una decisión rápida.
Si me quedaba con eso por dentro moriría y la única forma de salvarme era sacándolo, solamente yo podía hacerlo, absolutamente nadie más.
Respiré profundo y empecé a sacar todo, sin importarme el dolor que pudiese sentir. Entonces agarré por las antenas lo que se asomaba y hale, era como si estuviera sacando un alambre de púas, que desgarraba todo mi cuerpo por dentro desde la punta del pie hasta la cabeza, ya que todo estaba conectado entre si.
Apenas hale, empezó a salir arena y unas HORMIGAS GIGANTES cubriendo mi cuerpo, atacándome pero ya no eran mortales. Al estar afuera ellas perdían poder. Yo, estaba muy adolorida, pero tenía la certeza que ya me había salvado.
Cuando desperté entendí, que aparte que tenía toda esa porquería dentro de mi ya había quedado limpia. Ya estaba sana.
Estoy segura que muchas cosas que sucedieron en mi vida se debieron a esto, siempre pensando que la gente es la que te está agrediendo, maltratando. Y es tan fácil convertirnos en víctimas.
La rabia, ira, tristeza, frustraciones, desamores, desencantos, complejos etc, y pudiera seguir mencionando infinidades de situaciones que fui depositado en mí, echándole tierra, tratando de esconderlas y sin darme cuenta que eso era lo que me había enfermado.
Tanto mi cuerpo cómo mi alma estaban cargados de todo ese lastre que impedía mirar, ver los colores, respirar aire, ser feliz conmigo y con los demás , amar, amarme, tener paz, disfrutar del corto tiempo que estaría en esta humanidad. Cuándo este pensamiento hizo click en mi mente llegó esa transformación a mi vida. O más bien la hice consciente en mi, haciéndome responsable cien por ciento.
Era mi cuerpo, mi ser y empecé a ver las cosas que me sucedían con otra perspectiva; la perspectiva de que nadie me hace nada sino soy yo la que guarda y “atesora” ese resentimiento haciéndome daño a mi misma. Y de seguro que la otra persona que “agredio” supuestamente anda en su rollo igual.
En ese momento me di cuenta que la persona que más daño había echo a mí vida era YO MISMA.
No es de afuera para adentro sino de adentro para afuera lo que acaba con nosotros.
Desde ese entonces cuido mucho lo que tengo en mi corazón, mi mente, mi alma, mi espíritu, todo mi ser. Ese es mi trabajo, mi responsabilidad, es mi casa. Nadie va avenir a limpiar la mugre que tienes escondida debajo de tu armario.
Cuidemos nuestro templo sagrado. Tú.
0 comentarios